The Lovers journal

MEMORIAS DE LA ESPERA

EN LA CAMA 10 DE LA UCI

EN LA CAMA 10 DE LA UCI

Cuando todo esto empezó, lo primero que pensé fue que si había sobrevivido a tú amor enfermo y cancerígeno, no podía existir mal en este plano de la existencia que pudiera conmigo, y aquí estamos, encerrados en medio de una pandemia, respirando a duras penas.

Siento que me falta el aire más que al paciente de la sala 10 de la UCI que está rodeada de periodistas morbosos. Que ironía, hubiera preferido estar tirada en esa cama, que aquí contigo, al menos tendría una dosis mínima de oxígeno y no esta nube densa encima pudiendo sentir el olor de tus babas, tu aliento, que aun sin estar mezclado con el mío, todavía puedo sentirlo, y eso es lo único que había extrañado de ti en todo este tiempo.

Si eso no es estar enferma, ojalá me haya contagiado tocando el botón para bajar al primer piso y que ese puto virus mi mate. Pero no puedo darme el lujo de morirme por tu culpa. 

Vengo de urgencias, llevaba una semana con vómito y un dolor insoportable en la espalda, pensé que las náuseas no eran  un síntoma de abstinencia, y el dolor de espalda, la cicatriz de las heridas que me dejaste y que aún no terminan de sanar, pero no, lo que tengo no es un mal de amor, insisto, hubiera preferido estar en la cama 10.

No puedo dejar de pensar en el olor de tus babas y en tu aliento, mezclado con otro que no es el mío, mientras gesto en mis adentros al anticristo, un pequeño demonio. Me ahogo conectada a un respirador y en lo único que puedo pensar es en tus ojos redondos.  

- Anónimo

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